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Apr 04, 2024

El mástil

Estas son las semanas en las que se supone que los jardines están en su mejor forma, en pleno verano, como lo llama un amigo. Toda la planificación, comenzar a sembrar temprano en un rincón cálido de la casa, esperar a que la tierra esté

Estas son las semanas en las que se supone que los jardines están en su mejor forma, en pleno verano, como lo llama un amigo. Se supone que toda la planificación, comenzar a sembrar temprano en un rincón cálido de la casa y esperar a que la tierra esté lista para girar, se realizará en agosto.

La sequía, interrumpida por algunas fuertes tormentas, convirtió la temporada de primavera y verano en un desafío. Pero las condiciones eran lo suficientemente buenas como para no tener que regar con tanta frecuencia. Mis manzanos, comprados hace unos 10 años como simples látigos en los viveros Henry Leuthardt en East Moriches, produjeron frutos como nunca antes. En el lado salvaje, las ciruelas de playa, si sabes dónde buscar, se encuentran en una profusión espectacular.

Hubo algunos fracasos. Mi cosmos, que floreció salvajemente el año pasado, no ha tenido ni un solo capullo. Algo se comía mis plántulas de albahaca todas las noches hasta que las trasladé a una caja de leche en el camino de entrada de Star, donde no las molesté en absoluto.

De todas las cosas que comencé a partir de semillas, las dalias con pompones son las que más me satisfacen este año. Una sorpresa fueron mis frijoles, que lograron una buena cosecha a pesar del abandono mientras se entrelazaban alrededor de la madreselva y la hiedra venenosa. Una caléndula francesa nueva para mí, de color amarillo intenso con rayas rojas, me ha hecho cambiar de opinión sobre las variedades enanas. Tuve mucha suerte con la rúcula y la lechuga, no tanta con el brócoli rabe y el pak choi.

La atención se centra en un jardín de otoño. Los libros dicen que todavía podemos plantar coles, remolachas y muchas otras cosas. Según “The Old Farmer's Almanac”, faltan 55 días para la primera helada del otoño. Es tiempo suficiente para introducir una plántula con la esperanza de disfrutar de un calabacín de octubre.